húmeda, mojada
por las lágrimas que resbalan por mis ojos..
lágrimas de dolor que
van resquebrajando mi cuerpo,
agrientando mi piel...
Tirada en una esquina,
en las sombras de mis lamentos,
en ese océano de recuerdos felices
del que ya no queda nada...
Mi corazón ya no latía,
murió de dolor aquella noche,
en aquel último suspiro...
Pero tu desconfianza duele...
tus palabras se clavan como puñales,
tus actos lastiman,
tus gestos me hacen llorar...
y tan solo... duele...
Duele el haberte dado todo mi amor
y que para ti no sea suficiente,
duele haberte abierto las puertas de mi corazón
y que tu cada día me cierres más las tuyas...
Soy una muñeca de porcelana
olvidada en este triste rincón...
notando como mi cuerpo se va rompiendo
hasta no quedar más que polvo..
No hay comentarios:
Publicar un comentario